capitulo 1

Christian es un joven homosexual de 26 años lo que no oculta y lo enorgullece. La bandera gay ondea en su ventana. Es muy atractivo. Está preparado para una cita. Llaman al timbre.
--es él... Espera que sea guapo como dice y no me haga perder el tiempo...
Christian va sin camisa, así lo seducirá antes. Sus pectorales no dejan indiferentes a nadie. Ante él aparece un moreno, muy atractivo. Con barba y una melena que lo seduce en seguida.
--pasa...
El moreno entra con timidez:
--si gracias... yo vengo porque...
Christian no lo deja hablar:
--tranquilo, no hace falta que digas nada...
Christian se va a tirar sobre él. El desconocido se asusta:
--¡¡¿¿qué mierda haces?¡¡
--Tranquilo, te gustará...
Christian le agarra le trasero, se pega ese hombre a su cuerpo y quiere besarlo pero el desconocido se aparta de él molesto:
--¿¡¡¡estás loco o qué?¿¿¡que crees que haces?¡¡ ¡¡yo soy hetero...¡
Christian se ríe burlón:
--si claro, eso decís todos...
--No, en serio... –el moreno algo asustado.
--¿¡sí?¡ pues que pena...
Christian hace gestos obscenos con su boca mientras se va acariciando el pecho:
--en especial para ti, yo soy muy bueno en la cama, te lo aseguro... conmigo gozarás más que con una mujer por muy puta que sea...
--bueno yo... es que a mí me gustan las mujeres...
--porqué a mi no me conoces en la cama... ya verás que es cómo beberse de un solo trago todo un barril de cerveza...
--¿entiendes de cerveza?
--si claro, ¿es que crees que por que soy gay no bebo cerveza?
--bueno en realidad... --balbucea.
Christian lo mira seductor:
--estas son una de las ventajas de estar con otro hombre, nadie te dirá lo que tienes que hacer... puedes beber cuanta cerveza quieras... antes, durante, después...
Aunque no pensó hacerlo con un hombre la verdad es que el desconocido está muy cachondo aunque no acaba de decidirse. Christian insiste:
--no tienes que hacerme nada... yo lo hago todo... te gustará... sentirás más placer... es una experiencia nueva... yo te puedo dar lo que una mujer jamás te daría y lo mejor es que no te voy a exigir que me vuelvas a buscar ni que me llames,.. Es simple diversión entre amigos... 0 compromisos y si te gusta siempre puedes repetir sólo si te apetece pero sin ninguna atadura y sino no nos volvemos a ver...
El desconocido acaba convencido, grita como una bestia de dolor y de placer mientras que Christian lo taladrada, se abre paso en el interior de él. El desconocido queda exhausto. Su cara lo dice todo. Beben unos cervezas. Christian se siente muy orgulloso de que ese desconocido no se le haya resistido.
--yo creo que ya me debería ir... –jadea el otro agotado.
--tu mismo, aquí estás en la libertad... Puedes hacer lo que quieras...
--¿no ta da miedo que llegue tu compañera de piso?
--¿Julia?¿como sabes que tengo compañera de piso?
--No, me refiero a Isabel...
--¿¿quien es Isabel? Yo no conozco a ninguna Isabel...
El desconocido aquí se empieza a poner nervioso:
--¿¿como que no? Yo tenía aquí una cita con Isabel del apartamento 45...
Christian se queda helado:
--claro, Isabel la chica de enfrente... Es que en toda la planta los pisos tienen el mismo número... ella vive en en 45 D, este es el 45 M... de mamada...
El desconocido en ese momento desearía que se lo tragara la tierra. No sabe que es lo que se supone que tiene qué hacer o decir. Christian tiene una duda:
--oye ¿tú no eres heterocurioso, del chat...?
--No, nunca me he conectado en un chat...
Christian se lleva las manos a la cabeza.
--por lo visto me han dejado plantado...
Christian pone cara de circunstancias. Ambos ríen. El desconocido se empieza a vestir. Christian lo acompaña hasta la puerta. Los dos aún están sorprendidos de la equivocación y de cómo se han dejado llevar.
--te aseguro que no te lo hubieras pasado mejor con ella --dice Christian seductor.
El desconocido sonríe con timidez:
--eso no lo dudo...
--conmigo has tenido sexo seguro y con ella quien sabe...
--si te pregunta algo...
--tranquilo, no te he visto...
Los dos se miran con complicidad... Cuando se queda solo, Christian sonrie. Con un poco de vergüenza aunque también placer.

Al cabo de un buen rato, una chica negra llega a ese apartamento.
--Christian, ¿estás aquí...?
--¡¡si Julia, estoy en el cuarto...¡
Christian está con el portátil. Julia se le acerca. Mira un poco todo lo que ha escrito. Él se pone delante:
--¡¡ey, que esto es secreto..¡
--veo que te lo has pasado muy bien con el del chat... la verdad es que tú no perdonas ninguno... Como si no ligaras suficiente...
Christian se levanta, sonríe.
--ni imagina lo que me ha pasado...
--¿no fue bueno el del chat?
--fue bueno pero no era el del chat... Llamó un tipo, nos acostamos y resulta que se había equivocado de puerta...
--¡no te puedo creer...¡ ¡ es que lo que no te pase a ti... –dice la otra divertida.
--bueno, nací para esto, que se le va a hacer...
Christian se sabe muy guapo y está muy orgulloso de eso.
--de esto se podría hacer una película... Deberías escribir una película sobre mi vida. No puedo creer que quieras ser guionista y no escribas sobre tu mejor amigo.
Julia se le ríe:
--claro, Christian el perfecto no puede creer que el mundo no gire a su alrededor.
--es que mi vida es muy buena... –dice él satisfecho y orgulloso.
Ella mira el reloj.
--ya es tarde... el trabajo nos llama.
Pese a ser muy de noche los dos se van juntos.

A la mañana siguiente, medio muerto de sueño, Christian visita a su madre. Va muy informal, con una camiseta y un pantalón muy corto y estrecho. La mujer prepara el desayuno a su hijo.
--vaya, sólo haces esto cuando me tienes que decir algo importante...
Eloisa, que así se llama ella, se sienta nerviosa. Le toma de la mano:
--tú eres lo único que tengo, lo más importante y siempre te he aceptado tal cual...
--si, eso lo sé. Cual es la novedad...
--Me he enamorado...
Christian se atragantado:
--¿¿enamorada?¿de repente?
--En realidad ya hace tiempo que estamos juntos...
--¿y porque no me dijiste?
Christian le pone las manos en las mejillas:
--mamá, yo te adoro... Me encanta que sea feliz... ¿cuando le conozco?
--Ese es el problema... me ha pedido que me case con él...
Christian felicita a su madre. Está feliz por ella. No entiende la angustia de ella.
--es que es Testigo de Jehová...
Christian se le ríe:
--de los que van por las calles con maletín repartiendo revistas?
--yo también he empezado a hacerlo. Es algo que me llena... de hecho a él le gustaría conocerte para que fueras a alguna reunión...
--ni hablar...
--lo se... Hijo, si él sabe que eres gay no te va a aceptar ni a mi tampoco...
Christian mira a su madre algo triste.