capitulo 6

Emilio agacha la vista. No le ha gustado tener que ser él quien dijera la opinión de su religión sobre la homosexualidad. Christian está furioso. Luís, con la Biblia en la mano lee unos versículos:
--ni fornicadores, ni idolatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos antinaturales, ni hombres que acuesten con hombres, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredaran el reino de dios...primer corintios 6:9, 10.
Ahora el ataque parece personal entre Christian y Luís. Los dos sentados en sofás uno frente al otro se acercan sin levantarse. Están cara a cara. Los dos muy molestos.
--¿¿¡qué me está queriendo decir con esto?¡
--¡¡La verdad, a Díos no le gusta tu aberrante estilo de vida y así te va a ir...¡¡
A Emilio no le gusta que Luís ataque a Christian pero tampoco sabe como frenarles.
--¿¡qué me estás queriendo decir, que tu Díos me va a castigar por ser gay??¡¡ --responde Christian a Luís entre molesto y burlón.
--¡¡Dios no castiga, recompensa en su justa medida... ¿y cual es la recompensa para los homosexuales...? ¡¡El Sida...¡¡ Romanos 1:26,27
Chistian no puede aguantar esto. Se levanta. Se lleva las manos a la cabeza.
--¡¡tú no sabes de qué hablas... el sida afecta igual a hombres que mujeres...¡¡ ¡¡es más, más mujeres que hombres tienen sida, imbécil¡¡
Luís se levanta también. Encara a Christian.
--¡¡te guste o no Dios odia a los gay...¡¡
Christian mira a Luís casi amenazante. Está muy furioso.
--¿¿¡te atreves a venir a mi casa para decir que Díos odia a los gays??¡
Emilio teme que las cosas lleguen a más, se pone en medio de los dos y dice:
--y a los periodistas del corazón...
Luís y Christian miran sorprendidos a Emilio.
--¿¿Dios odia a los periodistas del corazón?? --pregunta Luís sorprendido.
Mirando a Christian y con una sonrisa Emilio dice:
--Todo el mundo odia a los periodistas del corazón...
Christian mira a Emilio y se ríe. El asunto queda olvidado. Luís se va muy deprisa. Emilio mira a Christian con ternura:
--hasta otra...
Christian sonríe:
--hasta pronto...
La intensa mirada de Christian quema demasiado a Emilio que no se atreve a mirarlo a los ojos. Julia pone las manos en los hombros de su compañero:
--tienes la apuesta ganada...
Christian sonríe:
--¿tu crees?
--A ese chico le gustas, creo que tenerlo en tu cama va a ser más fácil de lo que pensaba... Mira cómo dio la cara por ti...
--Si la verdad es que se portó bien...
Christian sonríe fascinado. Julia lo mira con intensidad:
--sólo te interesa por la apuesta ¿verdad?
Christian está demasiado aturdido como para pensar en eso:
--si claro --dice no muy seguro-- soy demasiado perfecto para preocuparte de otra cosa...
Julia sonríe:
--ese es mi Christian... Me voy a arreglar. No nos queda mucho tiempo...
Mientras Julia entra en su cuarto, Christian se acerca a la ventana, ve como Emilio sale de su bloque. Se dirige al bloque de enfrente. Emilio mira de reojo, ve la sombra de Christian pero en seguida gira la mirada porque es algo que le sofoca.


Es de noche, Emilio no puede dormir. No deja de pensar en Christian. En su mirada, en su sonrisa. Es algo que le atormenta. Trata de no pensar en él:
--¡¡Es Satanás el diablo... tengo que superar la tentación...¡¡
Trata de odiar pensando en cuando lo vio salir de ese antro con otro hombre:
--¡¡no es un buen, cristiano, no es un buen cristiano¡¡
No puede dejar de pensar en cómo le queda ese pantalón tan pequeño y estrecho como le gusta ir. Está muy sofocado. Se cuarto tiene una ventana que da a la calle, justo en frente del bloque dónde vive el que lo atormenta. Justo en ese momento está entrando él con un tipo desconocido que justo ha conocido esa noche. Emilio sabe que tiene que rechazar ese estilo de vida pero algo de entro de él lo atrae hacia Christian. Se da una buena ducha helada para tratar de no pensar en el cuerpo de su atractivo vecino. Pero no puede. Reza con devoción:
--Ayúdame, Jehová Díos, no permitas que caiga en la tentación...
Lee un poco la Biblia. Cree profundamente en lo que le han explicado y eso lo relaja. El estudio del libro sagrado lleva consuelo a su atormentada alma. Eso lo ayuda a dormir tranquilo.



Es de día, por la ventana de su casa, Christian ve salir a Emilio. Corre, va sexy como siempre lo que pone muy nervioso a Emilio al que se le cae la bolsa que llevaba. Christian le ayuda a recoger. Los dos están agachados. Sus labios muy cerca. Emilio siente el aliento del otro, es algo que lo embriaga. Se levanta porque no cree que pueda no caer en la tentación.
--no te molestes --dice Emilio nervioso.
Chistian recoge la bolsa, es ropa blanca pero con ropa de color.
--¿¡qué es esto?¡
Con timidez, Emilio dice:
--no sé qué pasó... salió así de la lavadora...
Christian siente una gran ternura hacia ese chico que parece no saber nada de la vida.
--¿mezclaste la ropa blanca con la de color?
--si claro... ¿es que no se puede?
--¡¡no¡ --dice divertido-- ¿es que nunca has puesto una lavadora?
--No, en casa siempre lo hacía mi hermana pero mi padre insistió en que me tenía que hacer hombre y como Luís se quería independizar pues nuestros padres se pusieron de acuerdo...
--¿tu padre aún te mantiene?
--si bueno, él no quiere que trabaje, quiere que me dedique de tiempo completo a predicar...
--debe ser aburrido...
--¡No¡ es genial poder ayudar a la gente...
--pero la mayoría no os escucha... os cierra la puerta en las narices...
--si pero si 1 de cada diez no escucha pues ya me dio por satisfecho... ¿Tú sabes lo grande que es es ser un mensajero de Dios, ayudar a una persona a abrazar la verdad, a salvarse?
--No es un poco egocéntrico eso? No sé, digo, pensar que salvas el mundo...
--Te equivocas, yo sé que soy la herramienta que usa Dios para hacer su gran obra, él quiere que la mayoría de personas se salve cuando se reinstaure el paraíso...
--oh, lo de Adán y Eva...
--si pero en toda la tierra...
--si sólo se seguirán las normas de Dios será muy aburrido... No merece la pena preocuparse por eso...
--Si claro, que merece la pena...
--Ni modo... yo no estaré ¿no?
Emilio no se atreve a mirarlo a los ojos:
--yo siento lo que pasó el otro día en tu casa...
--No es tu culpa... te han metido toda esa mierda en la cabeza...
--Yo no te juzgo a ti... no me juzgues tú...
--Está bien...
--te quería pedir un favor...
--si claro, lo que quieras...
--No es sólo por mí... Luís no sabe que tú eres el hijo de la novia de mi padre... No se lo digas... No quiero que mi padre lo sepa...
Chistian se acerca a Emilio seductoramente:
--¿te avergüenzas de mí?
--No, no es eso...
--Pero tu padre sí?
Emilio se encoge de hombres. No dice nada pero sabe que su padre también se avergonzará de él si supiera lo que le está haciendo sentir Christian.