capitulo 13

Christian sale del auto. Siente que el corazón se le va a salir del pecho. Emilio lo mira sin saber qué sentir. Los dos enamorados frente a frente. Emilio se mantiene frío, Christian está desesperado.
--¿¿¿¡qué te hicieron?¡ --dice al verle magulladuras en su rostro.
---me lo merezco... –dice con cara de culpa Emilio.
--claro que no... –desesperado.
--¿¿qué haces a aquí?
--vine a por ti... Te marchaste sin decirme nada...
--No es mi elección. Ahora me espera una reunión con los hermanos de la congregación en dónde me van a humillar y me echaran... --dice Emilio con dolor.
--¿¿por un beso?
A Christian le cuesta entender la que se ha armado por ese beso. Está desesperado.
--ya sé que para ti un beso no significa nada... pero para mí lo fue todo... fui mi primer beso... pero un beso que me ha hundido --dice Emilio abatido.
--¡¡no me mal interpretes, fue un beso genial pero fue inocente...¡¡ ¡¡por favor si fue sin lengua...¡¡ --dice christian muy alterado.
--no lo entenderías...
Emilio habla vencido, Christian con desesperación, con la desesperación de amar a ese hombre y no entender porque no puede tenerlo si ambos sienten lo mismo.
--¡lo siento, no soy bueno para esto¡¡ ¡no puedo entenderte¡ ¡¡nunca he hecho una locura así por un tío ¿sabes? Pero es que jamás en mi vida había sentido algo así, algo tan grande por nadie¡
Emilio le habla con tristeza, desea estar con él pero no puede renunciar a sus ideales:
--pero es que a mí no me puedes conseguir por eso me buscas, pero una vez me obtengas me olvidarás y estarás ocupado en tu siguiente conquista...
Christian le habla con mucho dolor, con mucha desesperación y angustia:
--pero ¿¿y si no es así? Mi vida era patética hasta que llegaste tú.
--Christian, somos muy diferentes. No nos mezclamos... Somos como un perro y un gato, como la ropa que no se mezcla el blanco con los colores...
--Eso ya me lo dijiste pero ¡¡y si esto es el paraíso ese del que tanto habláis, si es que sí los perros se unen a los gatos y el blanco se mezcla con los colores¡¡??
Christian le habla con mucho dolor, con el dolor de estar perdiendo al único hombre que ha amado en su vida.
--¿¿y si tú eres la persona que he estado esperando toda mi vida?
Con un hilo de voz, Emilio le dice:
--es que tú no te puedes imaginar a todo lo que tendría que renunciar por ti.
--¡¡maldita sea¡ ¿¿cual es tu problema? ¡¿¿quieres un paraíso, un mundo mejor aquí en la tierra??¿¿¡y si es todo esto?¡ –Christian muy alterado ante la idea de perderlo por algo que no comprende.
Emilio lo escucha con un nudo en la garganta. No lo mira a los ojos porque su dolor lo lastima.
Christian acaricia el rostro de Emilio para que lo mire:
--¿¡y si el paraíso que tanto promete tu Dios es esto, yo aquí en este campo diciéndote que te amo...? Nunca pensé que diría algo eso... Creo que esto que siento es como un milagro.
Emilio le iba a contestar pero antes Christian se le adelanta:
--pero si tú no lo crees... me iré... Puedes pretender que todo fue sólo una coincidencia, maldecir el día en que nos conocimos pero para mí ha sido lo mejor que me ha pasado... No me imagino viviendo si tú no estás...
Emilio no dice nada, Christian se gira dolido y va hacia su auto. Emilio lo mira, con amor, con miedo. Con deseo. Por detrás de él, le agarra del brazo. Christian se gira y Emilio se le lanza encima. No lo dice nada. Le agarra la cabeza con fuerza y lo besa. Lo besa con todo su amor. Con toda su pasión.
--yo también te amo --le dice.
Christian no se mueve. No lo toca. Tiene miedo que sea un sueño. Después del beso unen sus cabezas. Emilio se aparta de él. Lo mira con amor, pero asustado. Como un animal herido. Christian está casi en shock.
--¿¿qué quieres de mi? --pregunta Emilio desesperado.
Christian se mete en su auto.
--Lo que tú quieras...
Emilio sube en el auto. Le sonríe.
--¿estás seguro?
Emilio hace que sí con la cabeza.











Como Christian no quiere que se les haga de noche en la carretera toman una habitación en un hotel que está cerca. Christian se queda en la puerta. No se atreve a hacer nada para no ofender a Emilio. Éste lleva demasiado tiempo callando sus sentimientos, sus deseos. Tiene a ese chico que le vuelve loco desde que lo vio la primera vez y es un volcán en erupción. No se puede controlar. Se le tira encima, lo besa. Entonces Christian sí responde a sus besos. A sus caricias. Emilio lo ama y lo desea, le saca la camisa. Teniendo pegado a él ese fornido pecho que tanto ha deseado. Mientras lo besa. Christian le saca la camisa a él, queda en camiseta. No dejan de besarse mientras uno a otro se quitan los pantalones. Christian se queda totalmente desnudo, Emilio lleva camiseta y un largo calzoncillo. Los dos se miran frente a frente. El amor, el deseo es muy fuerte por parte de los dos pero Christian no sabe que es lo que quiere Emilio, hasta dónde quiere llegar. Tiene miedo a profanar ese cuerpo cuando sabe que es su primera vez. No lo quiere lastimar. Con rapidez Emilio se desnuda y entonces sí Christian lo abraza, lo besa. Lo cubre con sus caricias, con su cuerpo mientras lo tira a la cama. Emilio está feliz mientras que Christian lo ha hecho prisionero con su cuerpo. Lo mira, lo acaricia.
--¿tienes miedo? --le pregunta Christian muy dulce.
--si, es mi primera vez... pero quiero hacerlo...
Christian le sonríe. Lo mira enamorado.
--te amo, te juro que te amo que esto no se puede comparar a un apretón de mano... también es mi primera vez... la primera vez que hago el amor...
--te amo...
Se miran profundamente antes de fundirse con sus labios, con sus manos, con sus cuerpos. Emilio se deja llevar pero va tomando confianza y va devolviendo los besos, las caricias a su amado, recorriendo con sus labios el cuerpo de él. Ambos se retuercen de placer mientras son un solo cuerpo. Acaban reventados de tanto placer. Emilio entre los brazos de él. Sobre él, Christian lo rodea con sus brazos. Sonríe feliz.
--guau --jadea mientras lo acaricia.
Los dos son la imagen viva de la felicidad. Muy suave al odio, Christian le pregunta:
--¿cuanto tiempo estuvimos haciéndolo?
Emilio busca su reloj:
--casi 3 horas... eso está bien ¿no?
Christian lo mira divertido:
--¿bien?
Ríe de felicidad:
--es increible...
Con cierta timidez, Emilio le dice:
--es que no sé cuanto se supone que debe durar esto...
Christian lo mira con ternura, con amor. Lo estrecha contra su pecho y ambos ríen de felicidad.
--sabes... pensé que te harías más de rogar...
--bien, por besarte ya perdí todos mis derechos ante Dios, pues ya que estoy condenado que lo disfrute... he perdido el derecho a estar en el paraiso. Cuando muera desapareceré para siempre... No estaré aqui cuando regresen mi madre, mi querida abuela... --dice besando con dolor una medalla que lleva en su cuello.
--¿en qué Dios crees tú?
Emilio se sienta en la cama. Le da la espalda.
--No es sólo Dios... Es vivir toda una eternidad con felicidad o morir y desaparecer. Le estoy dando la espalda a todo.
Emilio lo mira con cariño. Tumbado en la cama Christian lo escucha emocionado:
--No sabes lo que se sufre cuando eres un niño y sólo has visto sufrir a tu madre, siempre postrada en una cama... pero aún así yo la quería y me dolió mucho su muerte ¿¿tú sabes lo grande que es la promesa de la biblia? Jehová Dios nos promete un paraíso terrenal, un mundo feliz en dónde los muertos regresaran... Mi madre volvería a mí, sana y la podría abrazar, por primera vez podría jugar con ella...
El rostro de Emilio se llena de lágrimas. Se saca una medalla que lleva en el cuello:
--me la regaló mi abuela cuando nací... Dijo que yo se la tenía que dar a la mujer que amaba... Sé que no me va a entender... pero tú eres mi amor...
Emilio le pone en el cuello a un emocionado Christian esa medalla. Christian le besa en la mano:
--apuesto a que tu abuela desde dónde esté es feliz por ti...
--No, los muertos, muertos están... Polvo eres y en polvo te convertirás...
--¿tienes miedo de condenarte al infierno por amarme? --dice Christian mientras le acaricia el pecho.
--No porque Dios es demasiado bondadoso como para hacernos eso... Todo se acaba cuando morimos... No hay nada... ya está... desaparece el cuerpo y nos quedamos como dormidos, En realidad no existimos más... pero el poder de Dios es muy grande y nos puede hacer volver a la vida con total exactitud. Sin dejarse ni un cabello. Yo me dormiré y nunca habrá un paraíso para mí... No creo que mi madre, mi abuela entiendan que haya cambiado todo eso por un hombre... -dice mientras le acaricia el rostro-- Ver a mi madre y a mi abuela... bien...sanas... ¿te imaginas lo que es ver a tu abuela rejuvenecida. sin enfermedad?
--pues no, no la reconocerás... No tiene gracia...
--claro que sí: llegarán como se fueron pero luego rejuvenecerán poco a poco para que nos vayamos acostumbrando...
--¡¡la Biblia no puede decir tantos disparates...¡ ¡Yo desde luego prefiero vivir la vida, ésta vida con intensidad. No arrepentirme de lo que no he hecho... Un nuevo mundo, vida después de la muerte... eso en realidad nadie puede saberlo...¡
Emilio mira a su amado con algo de reproche, con tristeza y le dice:
--un chico como tú realmente no puede saber como se siente cuando estás totalmente aislado.