Esto no es una telenovela de verdad. Los actores mencionados no participan en el proyecto. Lo inspiran. Webnovela basada en la película "latter days" Mi versión personal sobre está película increíble como no he visto ninguna. Webnovela escrita hace 4 años.

miércoles, 24 de febrero de 2010

capitulo 46 (y ultimo)

Emilio se aleja de Christian. Este lo deja ir. Los dos se miran derrotados por el dolor. Christian se queda quieto deseando que Emilio haga marcha atrás, Emilio es puro dolor. Mira hacía atrás dejando un pasado que fue un sueño y una pesadilla. Esa tumba en que la se queda Christian es un impedimento que siempre los alejará uno de otro...



6 meses después... Christian está junto a Marisa en el comedor infantil en el que ambos colaboran. Se ha convertido en el refugio de Christian, hasta se lleva bien con la joven. Entre los dos sirven la comida a los niños. Luego Christian se disfraza de payaso. Oculta su dolor tras un fuerte maquillaje y se dedica a hacer feliz a esos niños pese a que su alma está rota por dentro. Ignacio está con él, es otro payaso. Entre los dos hacen un show que entretienen mucho a los chicos. Los dos amigos se cambian juntos en un mismo cuarto. Sin el maquillaje, sin esos niños, Christian es un hombre triste.
--hasta cuando vas a seguir con esto? --Ignacio.
--de qué hablas?
--de esto que te haces? te estás auto-castigando sin amor, sin sexo... Pareces un cristiano beato... ¿también te das latigazos?
Ignacio sonríe pero a Christian no le hace nada de gracia.
--paso de hablar contigo...
Christian se iba a ir pero Ignacio lo agarra del brazo.
--no te enfades conmigo... es que me preocupo por ti... Deberías olvidar a ese chico y comenzar de nuevo...
Christian se sienta:
--¿y si no quiero?
Ignacio lo mira fraternalmente:
--¿es que aún esperas que él te venga a buscar?
--siempre lo esperaré --dice con el corazón roto.
--entiendo que cuando lo creíste muerto hicieras tu duelo, que no pudieras estar con otro... pero ¿ahora? Él se alejó de tu vida... A lo mejor está en otros brazos...
Christian no se altera. Sabe perfectamente como se debe estar sintiendo Emilio porque él se sintió así:
--no, no lo está...
--¿y entonces?¿esta va a ser tu vida para siempre?
--durante muchos años sólo me dediqué a coleccionar amantes y a ir al gimnasio, ¿que tiene de malo que ahora me dedique a hacer felices a unos niños que no tienen a nadie?
Christian habla muy triste. Se va dejando solo a su amigo. Dibuja una sonrisa cuando se despide de esos niños, ya que no quiere que lo vean sufrir.

En otro lado de la ciudad, Eduardo llama a su antiguo departamento. Le abre Consuelo muy alterada, fumando, tiene mala cara. Eduardo le saca el cigarro de la boca.
--¿¡te has vuelto loca?¡
Consuelo no es ni la sombra de lo que era antes.
--¡¡dame ese cigarro¡
--¡no...¡
--¡¡pues encenderé otro...¡¡
Eduardo la agarra del brazo:
--¡¡cuando tus vecinos me dijeron que estabas tan mal no pensé que tanto, pareces otra¡¡
Consuelo es muy agresiva:
--¡¡a ti que te importa... te di la custodia de nuestra hija porque yo no la puedo cuidar... quiero estar sola...¡¡
Eduardo la mira con pena:
--¿¿qué te está pasando??
La culpa la está volviendo loca. Toma un cigarro y lo enciende. Se la nota ansiosa.
--¿¿desde cuando fumas?? ¡nunca has hecho nada en contra de tu Díos...¡¡
Consuelo tira el cigarro y cae al suelo llorando deshecha. Llorando amargamente. Eduardo se arrodilla ante ella. La abraza.
--¿¿¡qué te está pasando?¡
--¡¡hice algo horrible...¡
La mujer está sufriendo y mucho, Eduardo la acaricia con cariño:
--que puedes haber hecho tu...
--soy cómplice de un delito y si no lo cuento me voy a volver loca...
Eduardo la mira con pena:
--¿de qué hablas? Dime lo que sea... A mi me puedes contar...
Consuelo quisiera hablar pero no puede acusar a su padre. De repente la mujer se lleva las manos al pecho. Es un paro cardiaco fulminante...

Después de pasar por el comedor, Christian va casa de su madre. Esta está muy feliz.
--¡¡me caso¡
Christian lo mira incrédulo. No puede evitar estar triste recordando cuando conoció a Emilio.
--¿así de repente?
--Conocí a un hombre, él ha sido mi refugio en estos meses... Nos casamos en Las Vegas...
Christian sonríe a su madre:
--me alegro que seas feliz, has hecho bien en mantener a tu novio oculto de mí... No quiero estropear tu felicidad...
De repente el padre de Luís sale de la habitación:
--Yo sé que eres gay y me parece estupendo...
Christian lo mira sorprendido:
--¿tú?
El hombre abraza a Eloisa. Se miran enamorados.
--te quiero pedir perdón... si yo te hubiera sabido comprender Emilio no habría sufrido tanto... Me alejé de la congregación cuando supe lo que Emiliano le hizo a su hijo y que muchos lo apoyaban... Que eres gay, pues que bueno...
--En realidad no te tienes que preocupar... ahora sólo me interesa un hombre...
--Emilio ¿no? Lo último que supe de él es que estaba en África... no va a volver... --padre Luís.
--¿y Luís sabe de esto? --Christian.
--No pero entenderá... estoy seguro que llegareis a ser amigos...
--Se porto muy bien conmigo...
Los dos se abrazan ante la mirada de emoción de Eloisa. Christian luego abraza a su madre deseando que al fin tenga la felicidad al lado de un hombre...

Consuelo, en el hospital, se recupera de su infarto lentamente. Emilio ha llegado desde África al saber lo ocurrido a su hermana y no se mueve de su lado en sus momentos de gravedad. Consuelo ha estado inconsciente. Cuando abre los ojos se sorprende al encontrar a su hermano. Emilio le acaricia la cabeza. Le sonríe.
--hola... bienvenida a la vida...
--¿creí que estabas en África...?
Emilio es muy dulce con su hermana:
--ahora tu me necesitas... no me moveré hasta que esté bien...
--no merezco esto --dice Consuelo llorando.
Emilio besa la mano de su hermana:
--somos hermanos... Sé que tú harías lo mismo por mi...
Consuelo siente mucha culpa:
--yo me porté muy mal contigo --llora.
--Ya olvida el pasado...
--¡¡pero es que yo permití que papá te llevara a ese centro...¡
No hay ni una sombra de rencor en la mirada de Emilio y eso hace sentir muy culpable a Consuelo que ya no puede callar más:
--¡¡yo destruí tu felicidad...¡¡
--claro que no... --con cariño.
--¡¡papá mató a Jennifer y yo lo oculté...¡¡
Emilio no da crédito a lo que oye:
--¿¿¡que tontería es esta...?
--No quiero confesarlo dos veces... llama a la policía...

De boca de su hermana, Emilio descubre que fue su padre quien mató a Jennifer para alejarlo de Christian es tal su impacto que no es capaz de decir nada. Solo se acerca a su padre en el momento en el que el hombre es trasladado a la cárcel.
--¿porqué? --le dice.
Con soberbia Emiliano dice:
--porque te hubiera matado antes de verte con un hombre...
Emilio llora al ver lo hundido que está su padre por su obsesión en contra de los gays. Consuelo está en la cárcel también por cómplice. Eduardo la va a ver con su hija. La anima en todo momento, la asegura que saldrá en poco tiempo.
--Yo estaré a tu lado... te esperaré...
La mirada de su marido es su refugio.

Emilio toca a la puerta de la casa de Christian. Sale un hombre medio desnudo. Emilio siente celos pero también piensa que es normal que Christian haya rehecho su vida.
--por favor... Está Christian...
--aquí no hay ningún Cris...
--Esta es su casa...
--tal vez debe ser el tipo que me la vendió...
--¿se fue?¿y dónde? –pregunta desesperado.
--Eso no lo sé...
Emilio tiene muchas ganas de ver a Christian, le quiere contar que él tenía razon y que lo del suicidio de Jennifer fue una trampa de su padre. Va a casa de Eloisa, ahí espera que le sepan decir de él. Toca a la puerta pero nadie le abre. Una vecina le dice que no hay nadie, que la mujer se fue de luna de miel. Emilio se alegra por Eloisa aunque piensa que no pudo elegir peor momento. Va a casa de Luís pero tampoco hay nadie. Luís se mudó y nadie le dice donde, el padre se casó. Le parece que es una coincidencia pero no imagina que es la misma boda. Está desesperado.
--¿¿es que todos se pusieron de acuerdo para que no hable con él??
Aunque no es un ambiente que le guste pues va al bar en el que conoció a Christian con la esperanza que le digan algo pero el bar sólo abre en la noche. La noche, se le hará eterna... Han estado mucho tiempo separados y Emilio quisiera hablar con Christian ya. No sabe dónde ir. Ya no le queda ningún lugar dónde ir en esa ciudad. Camina durante horas. Cansado se sienta en un banco. LLora. De repente un niño un poco sucio se le acerca.
--¿te ocurre algo?
Emilio sonríe:
--¿qué haces aquí? ¿y tus papás?
--No tengo papás... Estoy solo...
--¿y tú?
--también estoy solo... –dice Emilio con una gran amargura.
El niño le toma de la mano:
--ven, yo sé de un sitio dónde podemos ir... Se come caliente...
Emilio se deja llevar al comedor de Marisa. Ésta lo ve tan abatido que lo recibe muy cariñoso.
--ven, pasa... está por comenzar el show...
Emilio se sienta, no tardan en entrar los payasos. Reconoce a Christian. Es algo que no puede comprender. Jamás imaginó ver a Christian vestido de payaso actuando para niños pobres. Christian mira a todos los niños y de repente se encuentra con la mirada curiosa de Emilio. Es un gran impacto para los dos, pero también una gran alegría. Aunque los dos se mueren por abrazarse, por besarse. Esperan al fin del show. Mientras los niños aplauden, Emilio y Christian se acercan el uno al otro. Se miran con emoción y se funden en un calido abrazo. Un abrazo que los une como si hicieran el amor.
--no esperaba verte aquí --le dice Emilio.
--Vengo todos los días... ¿y tú? ¿no estabas en África?
--tenias razón... siempre tienes razón... nunca debí dejarte la primera vez ni la segunda.. no habrá una tercera...
Christian está incrédulo.
--mi papá esta en la cárcel, él mató a Jennifer y me hizo creer que era un suicidio...
--¿¿que...?? --Christian se ha quedado de piedra.
Emilio lo mira con cariño, lo acaricia:
--ya no hay ningún impedimento para que estemos juntos... si tú quieres claro...
--SI CLARO... --Christian se siente en una nube.
los dos están felices... Unen sus frentes. Marisa se acerca a ellos.
--perdón que os interrumpa...
Emilio y Christian sonríe.
--estamos acostumbrados --dice a la vez.
--es que los niños tienen una sorpresa.
Y salen unos con un pastel de cumpleaños con el numero 28. Le cantan a Christian el cumpleaños años feliz. Christian está sorprendido pero feliz.
--lo han hecho los niños con mucha ilusión para agradecerte lo que haces por ellos... --Marisa.
Hay abrazos, felicitaciones y un deseo (que Emilio nunca se vaya de su lado) mientras Christian apaga las velas. Emilio siempre a su lado.
--¿te quedas?
--claro, no me lo perdería por nada del mundo...
Los dos se sientan juntos mientras Marisa reparte el pastel. Se miran radiando de felicidad. Sus ojos chispean.
--creí que los Testigos de Jehová no podíais celebrar cumpleaños... –pregunta Christian divertido.
--así es... pero me echaron de la congregación... ¿recuerdas? –dice Emilio dulcemente-- este es mi primer cumpleaños...
Los dos comen el pastel mientras se miran enamorados.
--cuando te conocí nunca pensé que celebrarías tu cumpleaños en un lugar así y tu vestido de payaso,
--ni yo que tú estarías a mi lado celebrándolo.
--cambié por ti
--como yo.
Los dos se miran fijamente. Con una sonrisa:
--una vez me preguntaste en que Dios creo, creo en un Dios que es amor, un Dios que no puede condenar el amor –sentencia Emilio.
Los dos unen sus frentes con mucha ternura. Una sonrisa, una mirada, una acaricia en la mano lo dice todo. Un amor, un sueño de felicidad eterna.
FIN.

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