capitulo 28

Emilio está sobre su cama, lee su Biblia. De repente tiene otro flash. Se ve a él mismo, en un baño... junto a Christian... Tiene el trasero desnudo de él en su cara. Lo está curando. Ese recuerdo le produce un gran deseo. Algo que lo hace sentir culpable. Está sofocado. Sale de su cuarto como si así huyera de esos recuerdos que regresa y quiere ahuyentar porque no le gustan. Su padre está en el comedor viendo la tele.
--¿te pasa algo, hijo?
--ay algo que yo deba saber, papá...? algo de mi vida que no me hayan contado...?
Emiliano mira a su hijo molesto. Tiene miedo que esté recordando algo:
--¿¡¡¡es que estás recordando??¡
A Emilio le parece que su padre lo dice como si fuera algo malo:
--¿hay algo en mi vida que no sea claro?
--¡No, claro que no...¡¡ --nervioso.
A Emilio hay algo en la mirada de su padre que no le gusta.
--Tu única verdad es tu amor por Jehová Dios y por tu novia... Deberías hacerme caso a mí... si te casas verás que serás muy feliz y recuperarás tu vida...
Emilio está muy angustiado. Le gustaría que las cosas fueran como dice su padre para así no sentirse tan mal.
--¿le puedes decir a Jennifer que venga?
A Emiliano le sorprende esta petición:
--¿ahora? No creo que sean horas...
--es que necesito hablar con ella...
--aunque si es para poner la fecha de la boda... --dice Emiliano con el teléfono en la mano.
Emilio no le confirma nada y el hombre la llama con la esperanza que sea para eso.


Eduardo trata que se calme, Consuelo mira con odio a Christian. Los camareros empiezan a sacar a la mujer casi a arrastras Ella está enloquecida. Mira a Christian con un odio que a él lo lastima pero ahora sabe que no la puede culpar porque aunque no lo sabía se acostó con su marido.
--¡¡eres Satanás el diablo en su peor forma... te acostaste con mi hermano y mi marido...¡¡ ¿¿¿¿qué pretendías...?¡
--¡¡Con Eduardo sólo estuve una vez... no significo nada... Yo aún no te conocía...¡ --dice Christian para tratar de calmar las cosas.
Consuelo está horrorizada:
--¡¡calla, calla...¡¡ ¡¡no quiero saber de tus cochinadas...¡ ¡¡Emilio se curó y nunca va a volver a caer en tu juego...¡
--¡¡¡Emilio no se curó porque nunca ha estado enfermo... almenos no de esa enfermedad... ¡¿¿¿tanto te cuesta entender que nos amamos...??¡
Consuelo lo quiere golpear pero siente un gran dolor en su vientre aún tiene fuerzas para decir:
--¡¡si mi hermano recupera la memoria se alejaré de ti para siempre al saber que también te acostaste con mi marido...¡¡
Christian siente mucha pena al pensar que eso pueda separarlo de Emilio pero ahora lo que más le importa es que su amado se ponga bien. Consuelo ha roto aguas. Eduardo se angustia mucho.
--¡¡llamen a una ambulancia...¡¡
Christian está muy sofocado:
--¡¿¿que quieren que haga?¡
Abatido Eduardo le dice:
--vete, ya tienes lo que querías...
Christian se lleva las manos a la cabeza:
--lo siento... Yo no quería que pasara esto... Yo sólo quería saber de tu hermano...
Consuelo está rota del dolor pero tiene fuerzas para decir con odio a Christian:
--¡¡si algo le pasa a mi hijo por tu culpa no me lo voy a perdonar...¡¡
Christian se queda muy aturdido. No sabe que hacer. En realidad nadie sabe qué hacer.
--¡¡yo creo que no hay que esperar a la ambulancia... yo traje mi auto¡ --dice Christian.
--¡¡no te acerques a mi hijo¡ --Consuelo.
Eduardo mira a Christian con cierto reproche:
--aléjate de nosotros... No te quiero volver a ver...
A Christian le duele que también lo culpen de lo que está pasando ahora. Le angustia pensar que tenga un nuevo acontecimiento para sentir culpa. Un camarero ayuda a Eduardo a llevar a Consuelo al auto ya que ella no puede esperar. Mientras van a entrar en el auto, Christian le dice a Eduardo preocupado:
--¡no me voy a ir hasta que no sepa que todo salió bien... por favor... llámame¡
Eduardo no le dice nada. Lo deja solo y triste.


Abatido, Christian regresa al bar. Ignacio se tranquiliza al verlo.
--¡¡me dejaste preocupado... te fuiste como un loco¡
Le pone una copa.
--te sentará bien... tienes la cabeza hecha un lío.
Christian mira a su amigo lloroso:
--¿sigues sin creerme? ¿en serio piensas que me volví loco?
--nada ha dicho que estés loco pero has sufrido mucho con lo de ese chico... Has cambiado totalmente... Sólo hubiera faltado que te gustaran las mujeres...
--¡¡no digas tonterías¡
--lo digo porque tu antes no podías estar un sólo día sin acostarte con un hombre...
--Emilio me enseñó que el sexo no es algo que se deba hacer con la misma naturalidad que un apretón de manos... Hay que pensarse bien las cosas...
--pero un año?? Yo creo que la ausencia de sexo te está matando y por eso vi alucinaciones...
--No hecho de menos el sexo... hecho de menos a Emilio --dice Triste.

Emilio está muy atormentado en su cuarto. Sobre su cama está su vieja Biblia. No se atreve a tocarla porque cada vez que lo hace le aparece un flash y siempre de Christian. Una sonrisa, una mirada, una parte del cuerpo de él de la que no se debería haber fijado. Pese a todo lo que le han hecho, pese a que le han robado sus recuerdos, hay algo que no le han podido robar: sus sentimientos. Aunque no tiene nada claro, dentro de él sigue intacto el gran amor que sintió por Christian desde el primer día que lo vio.
--¿¿gay?¿¿soy gay??
Es algo que no quiere aceptar.
--¡¡tengo novia... tengo novia...¡
Desde el primer momento sintió que le faltaba algo. No cree que le estén ocultando cosas sino que es él quien ha estado una doble vida, quien ha estado engañando a su novia, a su padre y eso lo aterra. Jennifer ha sido llamada por Emiliano. Llega a la casa.
--¿en serio Emilio me quiere ver?
Emiliano está muy ansioso y feliz:
--¡si, sí... sí...¡
Emilio sale en ese momento y le sorprende el entusiasmo de la pareja:
--¿cual es la sorpresa? si ella es mi novia es lógico que quiera verla...
Jennifer no sabe qué decir. Emiliano salva la situación:
--si pero es que como haces tantas preguntas y no quieres saber nada de la boda, a veces parece que no crees que sea tu novia...
Emilio mira a Jennifer.
--¿salimos?
--si claro...
Los dos se miran tímidos. Van al jardín. Hay un momento de silencio.
--¿nos queríamos?
Ella lo mira con cariño:
--si éramos muy felices...
A él se le cruza por la mente los labios de Christian acercándose a los suyos. Se sobresalta.
--¿¿qué pasa? --le pregunta ella.
Emilio necesita probarse que no es gay, que ama a Jennifer y la besa en los labios. Emiliano desde la ventana no puede ocultar su satisfacción.