Esto no es una telenovela de verdad. Los actores mencionados no participan en el proyecto. Lo inspiran. Webnovela basada en la película "latter days" Mi versión personal sobre está película increíble como no he visto ninguna. Webnovela escrita hace 4 años.

miércoles, 24 de febrero de 2010

capitulo 20


Christian llega del cementerio. Está muy triste. Al llegar a su casa mira ese banco en el que Emilio solía sentarse a leer su Biblia. Se sienta en él. Recuerda aquel día que se lastimó para meter a Emilio a su casa. No puede evitar llorar. Alguien se le acerca. Es Julia.
--¿¿como estás?
Christian abraza a su amiga. Está un buen rato llorando en su hombro.
--Nunca voy a poder superar esto... Nunca.
Julia lo acaricia:
--ven, vamos a dentro... Ignacio ha venido...
--No quiero ver a nadie...
--Ignacio, es un amigo. Está preocupado por ti.
Julia agarra la mano de su amigo para obligarlo a levantarse. Christian va sin ganas. Al entrar en la casa, Ignacio lo abraza.
--tío, lo siento mucho... Me siento tan culpable por eso. Todos nos sentimos culpable...
Christian se deja caer en el sofá. De dentro la camiseta, como para protegerla, le gusta tener entre sus manos la medalla de la abuela de Emilio, así siente que lo tiene cerca. Ignacio se sienta a su lado. Le pone la mano en el muslo:
--somos culpables todos los que participamos en esa maldita apuesta... Gabriel, yo...
De pie al lado del sofá, Julia acaricia la cabeza de su amigo:
--todos somos igual de culpables. No tiene sentido que tú quieras llevarte todas las culpas...
Christian se levanta. Se lleva las manos a la cabeza. Está desesperado.
--¡¡eso lo decís porque no visteis su dolor...¡¡ ¡¡no visteis como cayó....¡¡ ¡¡¿¿cómo creéis que pueda olvidar eso??¡ ¡¡él me amó... El dolor que había en su mirada, la decepción...¡¡ ¡¡claro que soy culpable...¡¡
Ignacio se levanta:
--hemos pensado algo...Porque no ponemos los 50 dólares de la apuesta todos los que participamos...
Con sangre inyectada en los ojos, Christian dice:
--¡¡no quiero hablar de eso...¡
Julia toma de la mano a su amigo:
--escúchalo...
--Yo he pensando que con todo ese dinero podríamos hacer algo bueno en memoria de Emilio...
Con la voz rota Christian pregunta:
--¿¿cómo qué?
--Yo había pensando donarlo al comedor pero Julia pensó que...
Julia interrumpe a Ignacio para explicar su idea:
--yo creo que a Emilio le gustaría más que lo donásemos a una congregación de Testigos de Jehová...
Christian siente rencor hacia esa religión:
--¡¡no me parece... Ellos lo humillaron, son unos hipócritas...¡
--tampoco puedes juzgar a toda una religión por lo que han hecho unos cuantos... Yo creo que a Emilio es lo que le gustaría, que si en algún lugar te está viendo...
Christian la interrumpe:
--No nos puede ver...
Se sienta de nuevo en el sofá. Con las manos en las rodillas, con la cabeza entre sus manos:
--él creía que después de la muerte no había nada hasta el momento en el que su Jehová lo resucitara... Y estaba seguro que había perdido ese derecho por estar conmigo...
Deshecho por el dolor, Christian dice:
--¡¡no os podéis imaginar el gran daño que le he hecho¡
Ignacio y Julia lo abrazan.
--todas las religiones tienes cosas buenas y cosas muy malas y en realidad nadie sabe que hay de cierto, la vida y la muerte siempre serán un misterio... A lo mejor sí nos está viendo Emilio en este momento...
Christian mira a su amigo lloroso:
--¿tu crees?
--claro que sí --dice Julia-- y no le gustará verte tan destruido...
--esté donde esté me debe odiar --dice Christian roto de dolor.
--No digas eso porque se habrá metido en tu alma y habrá visto que lo amaste sinceramente... --Ignacio.
Las palabras de su amigo lo animan un poco.
--sea como sea --balbucea poniéndose la mano en el pecho-- siempre estará aquí.
--claro que sí... Tus recuerdos nadie te los podrá quitar... --dice Julia.
--Y bien... ¿¡qué hacemos con el dinero?¡
--sí me parece bien dárselo a los Testigos de Jehová... es lo que Emilio hubiera querido pero no a la congregación que lo humilló... –Christian.
--yo me ocupo de eso si te parece --Ignacio.
--si vale --Christian.
--en esta ciudad hay montones de Salones de los Testigos así que no habrá problema... bueno, ahora me tengo que ir... se me hace tarde para ir al comedor...
--si me esperas voy contigo, me ducho y me cambio de ropa y vengo...
--¿vas a ir hoy? --Ignacio.
--si claro, prefiero ocupar mi tiempo en algo importante que no quedarme aquí llorando... ya tendré tiempo para llorar...
--Está bien te espero... aunque pensé que no ibas a volver...
--¿porqué?
--pensé que solo lo hacías para impresionar a ese pobre chico...
Christian se traga sus lágrimas:
--él me ayudó a descubrirme... ahora vengo...
--si claro...
Cuando salen, Julia le dice:
--¿irás hoy al trabajo?
--No, no voy a volver...
--¿porqué?
--Si estoy de ánimos para esos lugares tan festivos... me buscaré empleo en un restaurante normal...
--Yo tengo un amigo que te puede ayudar en eso... te puedo dar su número --dice Ignacio.
--si gracias...
Los dos amigos se van juntos.

Al día siguiente, Christian está triste en casa. Llaman a la puerta. Seca sus lágrimas. Es Luís.
--no esperaba volver a verte...
A Luís le conmueve el dolor de ese hombre.
--te traje esto... léela, te ayudará... --dice dejando una Biblia en las manos de Christian.
--prometo hacerlo, dejé mi trabajo y tengo mucho tiempo libre...
--me alegro, no era un buen lugar...
--tampoco era tan malo pero me apetece cambiar...
--a Emilio le hubiera gustado saberlo...
Los ojos de Christian se llenan de lágrimas.
--Lee la Biblia, te hará bien... te dejó también esta revista (Qué exige Díos de nosotros)... Ahí habla de los puntos más importantes de la Biblia... por si la quieres de guía... Igualmente Emilio tenía hechas unas marcas...
Christian se emociona, su pulso le tiembla teniendo ese libro tan sagrado para Emilio en sus manos:
--¿es su Biblia?
--si, nadie mejor que tú para tenerla...
Christian quiere abrazarlo para darle las gracias, Luís se aparta:
--ahora sí no nos volveremos ver..
Christian le da de nuevo las gracias, Luís se va. Christian se lleva esa Biblia al corazón, la abraza, la besa y llora

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